martes, 1 de marzo de 2011

COMPRENDER

No puedo parar de pensar en la maravillosa sensación de poder compartir contigo un sencillo desayuno a mitad de mañana en mi día de trabajo. Algo tan normal y tan corriente para todo el mundo, es un regalo para mí porque casi nunca lo tengo.

Darse cuenta de lo valioso que es este tipo de acciones, de hechos y de momentos es lo que da sentido al día a día. Respirar profundo y soltar el aire que te llena los pulmones como alivio a la presión que se siente dentro.

Una tarde de domingo muy diferente a todas las tarde de domingo que llenan mi año. Una película compartida con la mejor compañía que se puede tener y un broche de oro a un fin de semana inesperado y valioso.

Pasear de madrugada por un Madrid con temperatura de primavera y comprender que no hay nada mejor en el mundo como estar al lado tuyo.

Gracias por cada regalo que me haces estando a mi lado.

Te quiero mucho.

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