Puedo sentir la pasión que me llena por completo cuando me siento atrás contigo y me besas, nos besamos, nos devoramos con ansia después de tener claras muchas cosas. Es la primera vez que estamos juntas desde que nos conocimos y todo explotó. Son sólo unas horas, sólo unas horas que me llenan por completo, que me ratifican todo lo que ya tenía claro, que me elevan hacia arriba y que no me van a dejar caer jamás.
Primeros tiempos compartidos en lugares que luego serán obligados visitar en cada huida a Madrid. Primeros descubrimientos de sitios que nos gustan, que convertimos en especiales, que siempre lo van a seguir siendo y que se convierten en iconos de lo que sentimos. Unas horas que nunca podré olvidar, llena de detalles, de momentos que me son muy fáciles recordar ahora que ya han pasado tres años de ese día.
Un Sábado de finales de Enero, un Sábado frío en Madrid, unas horas cortas pero intensas, un no parar de besarnos, de tocarnos, de mirarnos, de intentar aprovechar cada segundo del que disponíamos.
Hoy, que hacemos 38 meses que estamos juntas, que llevamos tantos momentos vividos y disfrutados, me resulta facilísimo revivir momentos como ese, como nuestras primeras horas juntas como pareja. Me gusta que sea así, me gusta sentir todas aquellas sensaciones, volver a sentir esas emociones con tanta claridad, poder recordar cada detalle, cada momento del antes, del durante y del después.
En días como el de hoy en el que quiero felicitarte por todo este tiempo juntas, me gustaría que miraras atrás, que recordaras conmigo ese momento, ese día que fue nuestro primer día y que intentes revivir cada emoción como lo estoy haciendo en este momento. Sonríe, como lo hago yo ahora, disfruta de nuevo de esos besos en la cafetería Acuarela, en el Mexicano, en la taberna la Vaca, en las calles de Madrid, en el coche, en cada rincón.
Me emociono al tener esos detalles tan presentes y me emociono más cuando me doy cuenta de que ese nerviosismo de aquel día es el mismo que el que tenía hace una semana cuando el tren iba llegando a su destino. Me emociono cuando te veo, cuando te recuerdo, cuando te vuelvo a ver y cuando tengo contacto contigo aunque sigan pasando los meses.
Me tienes loca, me tienes enamorada de los pies a la cabeza y me tienes tan colgada de tus pensamientos, de tus palabras, de tus acciones, de tu yo que siempre estoy subiendo hacia arriba y nunca me caeré. Como aquellas primeras horas junto a tí, como siempre.
Felicidades y te amo preciosa.