jueves, 30 de septiembre de 2010

COLORES

Los colores nos acompañan en casi todo momento y casi siempre los relacionamos con estados de ánimo que describen nuestro día a día. Son colores que tiñen y colorean nuestro espacio y que hacen que unos se mezclen con otros, que se combinen, que se superpongan, que se conviertan en otros colores que no son los originales.
Hoy quiero sacar punta y afilar bien este lapiz de color naranja que predomina en mi blog, un color cálido que calma, que tranquiliza, que sosiega y que llena de calor el espacio que me rodea. Quiero apretar fuerte hasta tener que volver a afilar su punta, quiero intensificar ese calor que desprende para que su calidez me arrope y me acompañe, para que me haga ver las cosas con calma y la ansiedad no me venza.
Quiero colorear y colorear, utilizar muchos colores para teñir el día a día de vida, de energía, de optimismo, de alegría y que esos colores se plasmen tan fuertes en mí que no se vayan nunca. Y también quiero colorear tu mundo al igual que el mío, quiero que nos ayudemos a que los rojos, a que los azules, a que los amarillos, a que los verdes, a que los morados, a que los naranjas nos llenen por dentro y por fuera y nos carguen de vitalidad y de ilusión. Quiero que nos ayudemos a que nunca los negros y los grises aparezcan, y si lo hacen los borraremos en un minuto. Quiero que sigamos caminando juntas con fuerza, con tesón y con firmeza y que nunca los pasos nos hagan titubear.
Te quiero.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

LA IMPACIENCIA

La paciencia se agota aunque no se quiera, y cuando te das cuenta de que te va quedando poca, de que la reserva está llegando a su fin, buscas desesperadamente soluciones a ese problema. Las soluciones pueden ser varias y varias pueden ser las veces que se desechan. Y ahí es cuando empieza un baile frenético de ideas y de pensamientos que te pueden llevar a pasar toda una noche sin dormir, todo una mañana sin descansar la cabeza y todo un día sin parar y sin poder concentrarte en otra cosa que no sea buscar una solución a esa impaciencia que aparece como nueva compañera.

Piensas una cosa y no vale, piensas otra y vale menos, vuelves a pensar la primera y le ves más pegas que antes, piensas en una tercera que nada tiene que ver con la primera y la segunda y así se van pasando las horas y así aparece el cansancio, y así se va hasta Morfeo en busca de otra persona más dispuesta a recibirle en la noche.

Idas y venidas y otra vez a la ida. Paciencia que se agota y que deja paso a una impaciencia que te recorre las venas y te altera, que intentas alejar pero regresa, que quieres dar esquinazo pero vuelve a aparecer, que quieres borrar pero parece imborrable.

Menos mal, que siempre hay algo, una frase, una mirada, un recuerdo, una conversación que llega a tiempo de limpiar esos pensamientos locos, esas idas y venidas, esa impaciencia absurda que desaparece cuando la calma y la tranquilidad se dejan hacer notar.

Gracias por lograr traerme la calma y la tranquilidad necesaria para llenar mi mochila de una paciencia infinita. TE quiero.